Casi me pilla.

Últimamente estoy callejeando bastante, intentado captar lo que veo, unas veces casi lo consigo, otras ni por asomo y sólo alguna vez acierto, es muy difícil, lo que te hace admirar más a los maestros como Cartier Bresson o Elliot Erwit.

Esta vez el momento decisivo casi me cuesta la vacuna de la rabia, porque me da que el amigo no estaba muy vacunado. Estaba tan quieto, tan posando para la foto que dije, voy a sacarlo, pero al acercarme debí traspasar su distancia de seguridad y me atacó.

Afortunadamente estaba atado y yo lo sabía por lo que un paso atrás me puso a salvo, no tanto a la mujer que estaba detrás de mí que casi la tiro. Me imagino el susto de la mujer viendo una mole avanzar de espaldas hacia ella.

Llegó la sequia, pero antes la S95.

Tras las fiestas navideñas, llega un buen periodo de sequia festiva, este año hasta el 21 de abril no hay una puñetera fiesta. Tenemos por delante más de tres meses sin mucho aliciente.

Y sí, por fin pasaron las fiestas, que aparte de unos kilos y algún cabreo, siempre traen la excusa de pedir a los reyes algún capricho. Esta vez ha caido la S95 de Canon, un pequeño y discreto juguete para llevar todo el día encima.

Así por encima lo que me gusta es el tamaño, poco más que un paquete de tabaco, sus controles manuales, su rango dinámico, el buen funcionamiento a ISOS altos, el RAW, su sensor más grande de lo normal, el estabilizador de imagen y su gran luminosidad.

Si queréis saber más consultar, en Canon y aquí..

Nota. La foto es de Canon.

Las primeras fotos, como en cualquier cámara nueva, no salen muy allá, todavía estoy conociéndola, pero os voy dejando algún ejemplo.

Buen rango dinámico.

ISOS altos. 1/500 f2 ISO 800

El cielo de Madrid, que hay que mirarlo de vez en cuando.