5 de marzo de 2011

Autoretrato

A todo fotografo le sucede la misma paradoja, tira cientos de fotos, pero siempre está detrás de la cámara. Casi nunca sale en la foto. No tiene conciencia de su aspecto salvo por las mañanas delante del espejo y está medio dormido. Sólo cuando repasa las fotos de los demás se da cuenta que él también estaba allí.

De vez en cuando hay que hacer un ejercicio de reconocimiento y en la soledad de cualquier rincón de su "estudio" improvisado, se decide a plasmar la realidad que le es propia, se autorretrata, se añade así mismo a la memoria fotográfica de su entorno.


En ese momento toma conciencia de que el tiempo pasa, de que cada vez tiene más canas, más arrugas, más kilos, pero a pesar de lo que pueda parecer a primera vista, eso es bueno, sigue vivo, cumple años.

Tenemos que autoretratarnos más, para mantener en el tiempo la huella que este deja en nuestro rostro.

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